El sumak kawsay es el notable aporte cultural ancestral indígena del Buen Vivir , de acuerdo con muchos autores que ponen por escrito la antigua tradición oral de diversos pueblos de Nuestra América, tiene cinco principios: Sin conocimiento o sabiduría no hay vida (Tucu Yachay), Todos venimos de la madre tierra (Pacha Mama), La vida es sana (Hambi Kawsay), La vida es colectiva (Sumak Kamaña) y Todos tenemos un ideal o sueño (Hatun Muskuy).
El sumak kawsay considera a las personas parte de una comunidad humana, la cual es un elemento de la Pachamama o Madre Tierra (madre mundo). Así, a diferencia de otrosparadigmas, el buen vivir busca el equilibrio con la naturaleza en la satisfacción de las necesidades ("tomar solo lo necesario" con vocación para perdurar), sobre el mero crecimiento económico; es decir, una forma de vida más digna y más apegada a la vida, inspirada en los valores tradicionales indígenas.
De acuerdo con
el Plan Nacional del
Buen Vivir para la República del Ecuador (2009-2013),los elementos que lo constituyen son:
a) la satisfacción de las necesidades
b) calidad de vida
c) muerte digna
d) amar y ser amado
e) florecimiento saludable de todos en armonía con la
naturaleza
f) prolongación indefinida de las culturas
g) tiempo libre para la contemplación
h) la emancipación y ampliación de las libertades,
capacidades y potencialidades.
El
concepto de Sumak Kawsay también permite una mirada diferente a los pueblos indígenas
que han sido inscritos en la mirada de occidente como “movimientos sociales”, y
a su praxis política como “acción colectiva”. En efecto, los movimientos indígenas
han sido considerados desde la academia occidental y moderna, como parte de los
nuevos movimientos sociales con una agenda novedosa y susceptible de ampliar el
horizonte de los derechos humanos hacia los derechos de tercera generación; sin
embargo, esta definición de movimientos sociales oculta el sentido histórico de
sus demandas y los convierte en un momento más del liberalismo. No solo eso,
sino que desde el discurso liberal también se ha generado la noción del multiculturalismo
para procesar las demandas indígenas como propuestas particulares que, a la
larga, legitiman al sistema capitalista y al proyecto de la modernidad occidental.
Para desmarcarse de la etnofagia del multiculturalismo, los movimientos indígenas
han propuesto una forma diferente de contractualidad y de socialidad. Esta demanda
de abrir la contractualidad liberal para que pueda albergar en su interior las diferencias
radicales que atraviesan y constituyen a las sociedades, se expresa en su proyecto
de Estado Plurinacional y su demanda de construir una forma diferente de relacionarse
con la naturaleza y con la sociedad, de manera convivial y
respetuosa, se expresa en su noción del Sumak Kawsay (la Vida Plena).